Analiza tu herramienta como orador/a
Existen muchas maneras de autoanalizar tus posibilidades y/o capacidades como orador/a o tu “personaje social”, de algunas de ellas hemos hablado en este blog o en redes sociales. Hoy te propongo una que quizás conozcas de otros ámbitos (el empresarial principalmente) que es el análisis FODA, FADO, DOFA o SWOT (siglas en inglés)
Se trata de una herramienta para determinar estrategias en organizaciones, proyectos, personas o grupos, a partir de la valoración de aspectos internos (fortalezas y debilidades) y externos (oportunidades y amenazas).
En esta nota veremos cómo aplicarla al análisis de tu propia herramienta comunicacional ,es decir “tú mismo/a”.
El objetivo del análisis FODA es evaluar el presente y el futuro de tu carrera (aunque puede hacerse para la vida personal, que proponiéndotelo o no, repercute SIEMPRE en la profesional). Te brinda una nueva perspectiva de lo que haces bien, mientras te permite identificar tus retos y el o los caminos a seguir, de acuerdo con los datos que hallaste.
También puedes encontrar al hacerlo, ideas clave basadas en tus propias fortalezas y debilidades (o en lo que tú consideras fortalezas y debilidades). Muchas veces al plasmar en papel o en el ordenador estas ideas, encuentras cambios en tu auto percepción que no encontrabas en el día a día.
De esta manera, tendrás información bastante más precisa para tomar decisiones. En general, podrás obtener conocimiento u ordenar el conocimiento que tenías previamente, y lo podrás utilizar para incrementar tu productividad, mejorar tu imagen personal y profesional. A la vez podría ser un camino a sentirte más cómodo/a con la relación de quien eres y con quien proyectas ser.
Hacer un FODA personal te acerca a la oportunidad de tener conciencia sobre quién eres y cuál puede ser tu ruta para mejorar de manera continua. Ten en cuenta que los resultados de este ejercicio pueden ser diferentes hoy o la semana próxima, ya que los seres humanos no somos entes estáticos y que nuestra “herramienta” se encuentra, afortunadamente, en constante movimiento y crecimiento.
Realizar este análisis ordenado y preciso, te programa para desarrollar objetivos más claros para conseguir tus metas principales y aquellas que quizá hayas dejado de lado.
1. Fortalezas (internas)
Visualízate como un instrumento para entender tus fortalezas. Una fortaleza personal es una característica positiva que puedes utilizar para diferenciarte de los demás al momento de una presentación oral y pública, o para una entrevista o al buscar una promoción en tu trabajo. Conoce tus posibilidades en base a estas pautas.
Las fortalezas que puede tener una persona variarán conforme a su personalidad, experiencia, la profesión que ejerza o haya estudiado, sus herramientas naturales como voz, mirada, etc. Por lo tanto, son un elemento completamente individual. Veamos algunos ejemplos:
Ejemplo de fortalezas en una persona
Facilidad de palabra
Resiliencia
Rapidez mental
Capacidad de liderazgo
Experiencia
Inteligencia emocional
Confianza
Autoestima
2. Debilidades (internas)
Antes que nada, dejemos de lado el mito de que las debilidades son negativas.
Si logras identificarla, una debilidad personal es un área de oportunidad para tu propio crecimiento. Estas son las características que puedes mejorar para aumentar tus oportunidades laborales; por ejemplo, si eres desorganizado/a, impuntual o te cuesta adaptarte a los cambios, puedes trabajar sobre esos puntos para transformarlos en tu favor.
Ejemplo de debilidades en una persona
Algunas debilidades que una persona puede tener son inseguridad, soberbia, apatía, impaciencia, poca tolerancia a la frustración, baja capacidad para trabajar en equipo, y mil más. Puedes tener todas a la vez, solo algunas combinadas o ir variando y no tener todo el tiempo las mismas. Se puede tener una debilidad hoy, mañana no tanto, y el lunes siguiente volver a tenerla aún más fuerte. Son, en parte, dependientes de las circunstancias dadas pero con una gran base personal independientemente de la situación o el entorno.
3. Oportunidades (externas)
Los factores externos son realmente importantes. Estamos hablando de oportunidades. Muchas veces existe una delgada línea entre una oportunidad y una amenaza. Por ejemplo, “ser extranjero/a” puede ser una amenaza ya que eres distinto/a. Quizá no compartes idiosincrasia con quienes interactúas, puedes tener diferencias relacionadas con el idioma o las costumbres o desconocimiento acerca de ciertas cosas inherentes al lugar. Pero también puedes encontrar en ello una oportunidad, por ser diferente, podrías tener propuestas que resulten innovadoras , ser más interesante, despertar curiosidad, salir de lo “común” y atraer con eso la atención, etc.
Observa los factores externos en los que puedes apoyarte para conseguir tus objetivos laborales, encontrar trabajo o incluso determinar el curso de tu carrera.
Algunas oportunidades generales pueden ser:
Que abra una nueva empresa o aparezcan nuevos clientes en donde vives o trabajas. Que poseas conocimiento o formación sobre cosas técnicas que impliquen cambios positivos en la forma en las que funciona el lugar donde trabajas, o que hayas realizado capacitaciones extras como talleres, cursos, diplomados, maestrías que mejoren tu curricular a la vez que tu real desempeño, y muchísimas cosas más.
Este punto variará en función del lugar y las actividades que realices o desees realizar. Realizando este listado podrías encontrar por ejemplo: Pistas para ampliar tu carrera profesional, escoger rutas profesionales complementarias, colaborar en la creación de proyectos con personas en tu mismo campo, convertir en oportunidades algunas cosas que creías posibles amenazas.
4. Amenazas (externas)
Primero vuelve a leer lo que escribiste anteriormente. Así como muchas veces que en una se le puede pedir a alguien “dime tu mayor virtud y tu mayor defecto” y esta responde “mi mayor virtud es que soy una persona honesta, y por eso soy muy confiable, y mi mayor defecto es que soy una persona honesta y por eso se me nota demasiado lo que no quiero que se note como inseguridades o temores” Aquí tendremos como virtud y como defecto la misma respuesta y ambas son válidas porque es la percepción de cada persona.
Entonces te voy a pedir que te concentres en pensar realmente cuales son AMENAZAS. Consideremos para identificar una amenaza los desafíos que pueden perjudicar el alcance de tus objetivos (por eso es muy importante tener claro al menos un objetivo)
Algunas amenazas que podrían limitar a una persona en lo laboral por ejemplo son: bajos salarios en la zona donde radica, falta de oportunidades de trabajo, empleos sin prestaciones, crisis sanitarias, caída de la economía, etc.
Pasos para hacer tu FODA personal.
¿Cómo hacer un análisis FODA personal?
Determina tus fortalezas
Encuentra tus debilidades
Distingue tus oportunidades
Reconoce las amenazas
Evalúa tus resultados y actúa en consecuencia
1. Determina tus fortalezas
Todos tenemos talentos y dones, pero requieres un autoconocimiento profundo para identificarlos correctamente y desarrollarlos de la mejor manera posible. (quien ha tomado clases conmigo ha hecho el “trabajo de las preguntas”)
Realza esas áreas en donde te distingues: tus cualidades y habilidades.
Puedes comenzar por responder estas preguntas:
¿Cuáles son mis talentos innatos?
¿En qué actividades sobresalgo?
¿En qué destaco frente a mi equipo?
¿Qué ventajas tengo? (grado de estudios, certificaciones, premios, contactos...)
¿Qué actividades disfruto más?
¿Con qué recursos cuento?
2. Encuentra tus debilidades
Esta es la parte donde tienes que observarte con un ojo crítico. Esto no es para autocastigarte ni porque tengas que modificar todo y de un tiro. No te preocupes que nadie es perfecto ni lo será. Claro que siempre puedes mejorar y la única manera de hacerlo es identificando primero lo que tu consideras deficiencias o fallos (porque otras personas pueden o no verlos, o no considerarlos negativos)
Examínalas al preguntarte:
· ¿Cuáles son mis rasgos de personalidad negativos?
· ¿Cuáles son los hábitos que quiero erradicar?
· ¿Cuáles considero mis principales defectos?
· ¿Cuáles son las debilidades que me señalan mis compañeros de trabajo o jefes? No les preguntes nunca. Esta pregunta debe ser basada en lo natural y no en lo inducido para el ejercicio, porque muchas veces lo que ocurre es que al preguntar a alguien puntualmente “¿qué defectos me encuentras?” (por dar un ejemplo extremo) estás invitando a la persona a buscar tus lados negativos que quizá de otro modo no los hubiera notado.
· ¿En qué áreas puedo mejorar? (educación, capacitación, habilidades, carácter)
· ¿Qué tareas evito hacer por no sentirme confiado/a o porque no me agrada realizarlas?
3. Distingue tus oportunidades
Las oportunidades siempre existen para las personas dispuestas a evolucionar y crecer. Conoce los factores externos y las tendencias en crecimiento para utilizarlas en tu favor.
Las siguientes preguntas pueden ayudarte a reconocer tus oportunidades:
· ¿Qué carreras, campos e industrias relacionadas conmigo están en crecimiento?
· ¿Qué nueva tecnología, innovación, conocimiento puede beneficiar mi carrera?
· ¿Mi industria o profesión crece actualmente o tengo mayor oportunidad en otra?
· ¿Hay algún vacío en el mercado que puedo llenar?
· ¿Qué contactos me beneficiaría tener?
4. Reconoce las amenazas
Las amenazas son los elementos externos que no podemos controlar, por ejemplo: una caída financiera debido a una recesión económica o algún desastre natural. Tenemos el ejemplo del COVID 19 que ha sido una amenaza terrible para los espectáculos, deportes, hostelería, turismo, pero una oportunidad para las plataformas digitales, ventas on line, laboratorios, fabricantes y distribuidores de material sanitario, etc.
Aun así puedes anticipar algunas al evaluar la situación actual y tomar decisiones proactivas. El punto crucial es reconocer los principales desafíos y manejarlos con eficiencia y calma.
Puedes preguntarte por ejemplo:
· ¿Qué obstaculiza mi progreso laboral o mis objetivos?
· ¿Qué factores afectan la economía o la sociedad en la actualidad?
· ¿Qué elementos intervienen en la economía (o en lo que atañe a tu carrera) de mi país o localidad?
· ¿Los cambios tecnológicos, técnicos, laborales, políticos, etc. perjudican mi situación actual?
· ¿Cuál es el perfil de los colegas que compiten por el mismo puesto que yo? (en caso de abogados, por ejemplo, podrías analizar a los otros abogados con los que compartas un caso en veredas opuestas)
5. Evalúa tus resultados y actúa en consecuencia
Puedes comparar varias categorías para determinar tu curso de acción. Hacer un balance entre tus debilidades y tus amenazas expone las áreas en las que consideras que debes trabajar para mejorar o incluso las situaciones que debes evitar. Te señalan dónde deberías ser más precavido/a, dónde podrías ser más agresivo/a y dónde actuar con mayor celeridad.
Otra manera de evaluar tus resultados es al planificar la transformación de tus rasgos negativos en positivos; es decir, como dije anteriormente; transformar tus debilidades en fortalezas. Esto puedes lograrlo si aumentas tus habilidades por medio de la educación, la práctica y la determinación de salir de tu zona de confort. Cuidado con esa última frase
Salir de tu zona de confort.
Esa frase es peligrosa si se toma con liviandad. No recomiendo salir de golpe o de un solo paso de la zona de confort en el ámbito profesional ¡¡Con lo que cuesta alcanzar esa zona debemos cuidarla!! Te propongo que AMPLIES TU ZONA DE CONFORT en vez de abandonarla. Ya escribiré una nota específicamente acerca de esto pero necesitaba hacer un parate antes de seguir. La zona de confort tiene ese nombre porque eso es lo que es. Y no entiendo por qué alguien querría salirse con lo bonito que es sentirse confortable. Te propongo que te mantengas allí en el ámbito profesional hasta que sientas que estás listo/a para dar un paso más allá. No como un acto de cobardía sino como un acto de prudencia. Primero se prueba, se trabaja, se ejercita. Luego no se abandona: se amplía.
La zona de confort te limita muchísimo porque te predispone a mantenerte en lo que te da seguridad y nada más que eso. Te impide probar otras cosas para las que quizás eres capaz y te coarta posibilidades de aprender nuevas cosas a nivel profesional y personal. Es decir: te impide crecer. Así que salir de la zona está muy bien pero en primera instancia debes hacerlo en ámbitos como entrenamiento, ensayos, pruebas, etc. Nunca en momentos decisivos hasta sentir que puedes o debes hacerlo. Es decir: salir cuando corresponde. No se trata de abandonar la seguridad ganada para arriesgar a lo loco porque eso puede hacerte retroceder varios casilleros en tu camino hacia la meta.
Ahora seguimos:
Acciones para mejorar las perspectivas de tu FODA personal
1. Lleva tus fortalezas al máximo
Precisar tus fortalezas es una buena idea. Por ejemplo, si tienes una inteligencia emocional alta y eres un/a líder sobresaliente, podrías utilizarlo a favor para por ejemplo, gestión de equipos. y si esto te gusta o interesa particularmente, podrías estudiar o formarte al respecto para perfeccionarte o profesionalizar esta fortaleza. Entonces no solo llegarás frente a un/a empleador /a mencionando estas habilidades, sino que podrás acreditarlas y tendrás mejores posibilidades de ascender o entrar a la empresa que quieres. Esto es solo un ejemplo y no te recomiendo estudiar algo solo porque tienes el talento. Si le vas a dedicar tiempo, dinero y energía, que sea algo que realmente sumará a tu vida, tu carrera o tu felicidad.
2. Gestiona tus debilidades
Un ejemplo claro: Si no eres bueno/a hablando en público, no quiere decir necesariamente que debas tomar un taller para mejorar tu desempeño (aunque si deseas hacerlo puedes visitar esta web).
Analiza si tus debilidades son relevantes en tu empleo o carrera actual o en lo que deseas realizar en el futuro. Quizá al no dedicarte a algo específicamente de oratoria no consideres necesario dedicarle tiempo, dinero o esfuerzo a mejorarla, pero si piensas en cada situación laboral en la que has tenido o sentido algún fallo, seguramente el haberte expresado mejor o más profesionalmente hubiera mejorado tu situación notablemente. Si quieres dar un paso más allá de donde hoy te encuentras, es absolutamente necesario que mejores.
Piensa en cada una de tus debilidades y determina una acción individual a corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, pensemos alguien que registra estas debilidades y les asigna un estatus:
Hábitos de retardo: es urgente resolverlos, porque crean una imagen contraproducente entre el resto del equipo o con el cliente/a y empleados/as e impiden un desarrollo eficiente. Comenzarás a utilizar herramientas de gestión del tiempo hoy mismo.
Tendencia al egoísmo: es importante resolverlo, porque afecta la capacidad de entender al resto del equipo o al cliente/a y disminuye su posibilidad de crecimiento. Una forma de mejorar este aspecto es escuchar y valorar las opiniones de los demás y trabajar en conjunto para que las ideas fluyan mejor.
Conocimientos tecnológicos obsoletos o conocimiento desactualizado: por ejemplo si utilizas plataformas antiguas. Debes actualizarte. O si las leyes cambian y debes estudiarlas y analizarlas de inmediato.
Si haces un ejercicio parecido, tendrás una ruta para crecer de manera personal y profesional.
3. Da seguimiento a tus oportunidades
Anticiparte a las oportunidades te ayudará a tener más seguridad profesional. No esperes hasta que llegue un momento crítico para realizar algún plan. Podrías, por ejemplo, pedir más responsabilidades (y un ascenso económico), o redefinir la trayectoria de tu carrera, en vez de esperar a que te asciendan (o te despidan), ocurra una crisis o tu empresa sea absorbida por otra.
Ahora que sabes qué te hace valioso/a, tendrás más confianza para controlar tu futuro. Ten en cuenta las condiciones de tu empresa o empleo actual y de tu entorno para decidir de manera adecuada y hablar de manera asertiva con tus jefes/as, socios/as o clientes.
4. Protégete ante las amenazas
A casi todo mundo le aterra la inseguridad financiera, y una de las acciones más prudentes es diversificar tus ingresos. A partir del análisis de las amenazas que disminuyen tu crecimiento profesional, crea un plan B que te ayude a no quedarte sin opciones. Este ejemplo resulta concreto al ser financiero o económico pero puede aplicarse a otras áreas.
Capacítate de forma continua y utiliza la información como una aliada.
Si deseas conocer más al respecto y aprender a utilizar estas técnicas y otras que mejorarán tus presentaciones públicas y tu “personaje social” te invito a suscribirte en mi web.
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Gracias por leerme y recomendar mis notas compartidas.
Belén Caccia
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